miércoles, 24 de abril de 2013

Kazajistán: El ABC del debate por el alfabeto


La noticia del cambio de alfabeto usado para el lenguaje kazajo del Cirílico al latín está causando un furioso debate público.
Las líneas de batalla cruzan la frontera lingüística y revelan divisiones que acechan bajo la superficie de la sociedad. La discusión va más allá de las cuestiones lingüísticas en un territorio como el de Kazajistán, con una sociedad multiétnica y multicultural, con sus legados coloniales y sus prioridades geopolíticas.
Kazajistán ha venido reflexionando el cambio de alfabeto desde los ’90, y comenzando y cancelando los planes para cambiarlos desde el 2006. El último diciembre el Presidente Nursultan Nazarbayev  abordó este tópico sensible otra vez, anunciando que la escritura kazaja se iba a cambiar a las letras latinas, pero no hasta 2025. El cambio, argumentó, proveería “un impulso para la modernización del lenguaje kazajo” y promovería “una integración global”.
Mientras muchos habitantes que hablan esta lengua dieron la bienvenida a las noticias, otros expresaron su ira.
Un grupo de 66 intelectuales prominentes (incluyendo escritores, académicos y periodistas conocidos por su vigorosa promoción de los intereses del lenguaje kazajo) escribieron una carta abierta a Nazarbayev contra el cambio.
“¿No dañará asía la unidad y la integridad del pueblo?”, publicó el sitio Abai.kz, de lengua kazaja, el último 13 de febrero, especulando sobre la situación.
Estos intelectuales argumentaron que el cambio podría hacer más fuertes las divisiones lingüísticas en Kazajistán donde, por razones históricas, el kazajo no es hablado por todos, incluyendo algunas etnias kazajas, cuyo primer lenguaje es el ruso. Los kazajos hacen, como mucho, a dos tercios de la población, los rusos son alrededor de un cuarto.
“Estamos sorprendidos por tanta gente que no entiende que un lenguaje que está en una posición difícil se vuelve más débil cada vez que cambia de alfabeto”, los intelectuales comentan.
Alfabeto cirílico con la pronunciación en letras latinas debajo
Ellos sugirieron que cambiarlo provocaría que los que hablan ruso se vieran exentos de aprender kazajo, y luego dividiendo hablantes kazajos y rusos en un país donde las disputas por la lengua son cada vez más comunes.
El kazajo tiene el estatus de lenguaje legal de estado, el ruso es de facto, y goza de un lugar en la constitución, siendo permitido en cuerpos estatales. Los kazajos están particularmente resentidos porque, tras dos décadas desde la independencia, el ruso sigue siendo el idioma utilizado por el gobierno.
“Dividir abiertamente a los habitantes del país en dos bases de alfabeto es equivalente a un acto criminal”, concluyeron dramáticamente los intelectuales. Expresaron que el lenguaje también es un legado cultural para los jóvenes.
De hecho, muchos en Kazajistán ya usan los dos alfabetos. Cambiar del kazajo al latín  no perjudica el conocimiento del cirílico cuando es la política gubernamental retener el excelente habla del ruso, mientras reforman en el dominio público del kazajo.
Cifras confiables de la capacidad lingüística son difíciles de dar, pero acorde al último censo del 2009, sólo dos tercios de los ciudadanos certificaron un decente dominio del kazajo, mientras que el 94 por ciento entiende el idioma ruso a la perfección. Astana tiene como objetivo conseguir el 95 por ciento de ciudadanos hablando en kazajo para el 2025, preservando el flujo ruso en un 90 por ciento. Esto distinguiría a Kazajistán de otros estados de Asia Central, donde el ruso se ha declinado desde su independencia.
En ambos lados de este polarizado debate, los argumentos son hiperbólicos. Manteniendo el kazajo en cirílico podría “ser peligroso para el lenguaje en sí mismo”, dijo Anar Fazulzhanova, diputada directora en el Instituto de Lengua Akhmet Bayturnsynuly, argumentó a Interfax-Kazajistán en enero. Ella está entre sugerencias que sugieren que el kazajo necesita distanciarse del ruso porque la influencia de la semántica y sintáctica de este idioma en el kazajo hace que a veces pelee para ser escuchado en su país originario. Mientras que el ruso es una lengua eslava, la kazaja es túrquica, “las oraciones kazajas son a menudo construidas acorde a las reglas de la sintáxis rusa”, explicaba un artículo en la revista Alau (en ruso) en enero.
Otro argumento popular a favor del latín es que es más conveniente en un mundo de alta tecnología, una de las “tantas conveniencias” de cambiar, Layla Yermenbayeva, una lectora de idioma kazajo en la universidad KIMEP de Almaty, dijo a Eurasianet.org.
Los lingüistas están divididos en si el latín o el cirílico es más fácil para transmitir el sonido del kazajo, y sobre cada forma del latín a adoptar (los estados túrquicos usan el latín, como Turquía, Uzbekistán, Azerbaiyán y Turmenistán usan variedades de escritos). Existe incluso un movimiento que puso en marcha una operación para abandonar el cirílico a favor de la utilización de la escritura antigua de los antepasados kazajos.
El latín remplazó la escritura árabe por el kazajo en la Repúbica Socialista Soviética de Kazajistán en 1929, luego en 1940 el cirílico fue introducido como un alfabeto común para todas las repúblicas.
Una comisión se está por establecer, para el primero de septiembre, la exploración de mudarse al latín (no es la primera vez que se formará una). Una comisión creada en el 2006 reportó en 2007 que las sugerencias para el cambio de alfabeto llevarían de 12 a 15 años y costaría 300 millones de dólares. También reportaron que cambiar significaría cambiar la identidad soviética, lo que largamente domina la conciencia nacional, a una identidad kazaja.
Esa estrategia terminó en un segundo plano por razones inexplicables: la crisis financiera global puede haber sido uno, pero la geopolítica también podría haber estado en juego.
Nazarbayev, un firme aliado ruso, dijo que este enero el cambio de alfabeto no estaba relacionado con las preferencias geopolíticas, ya que muchos en Kazajistán lo vieron en esos términos.
El apoyo para el cirílico es equivalente a "la oposición a nuestros intereses nacionales" de las personas que no están dispuestos a rechazar la "colonización", sostuvo un comentarista anónimo en un debate en línea realizada en Kazajstán, provocado por la carta de los intelectuales. Un partidario del cirílico, también anónimo, respondió con una analogía adecuada en un país donde el caballo es un símbolo nacional: "El alfabeto no es un caballo que se muere de vejez. El alfabeto construye la cultura escrita desde hace siglos. La cultura escrita construye una nación ".
Un tercer anónimo ofreció otra respuesta equina: que los que apoyan el cirílico deberían “ser enviados a caballo al siglo XX.

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