Tayikistán no es un lugar que vea muchas protestas estos
días. Por eso es para asombrarse cuando manifestantes deciden espontáneamente
dirigirse a las puertas de la embajada de Estados Unidos y la oficina de las
Naciones Unidas en Dushambé, sin enfrentar ningún serio desafío por parte de
las fuerzas de seguridad, para expresar
posturas que reflejan las visiones de las autoridades.
Tal fue el caso de los últimos 5 y 6 de abril, cuando
manifestantes se reunieron para criticar a la corte ucraniana por su decisión
de no extraditar al ex Primer Ministro Abdumalik Abdullajanov, quien es buscado
en Dushambé por intentar derrocar al presidente Imomali Rakhmon en los años
’90. Abdullajanov, quien tiene estatus de refugiado en Estados Unidos, fue
liberado de una cárcel ucraniana el 4 de abril. Las Naciones Unidas le pidieron
a Kiev que no lo enviaran a Tayikistán porque allí no iba a recibir un juicio
justo, argumentaron.
Los medios locales estimaron que cerca de 200 personas en
total participaron en simultáneas protestas el 5 de abril, ondeando carteles
que mencionaban a Abdullajanov como un criminal y demandando que enfrentara a
la justicia. Unas 15 personas organizaron un piquete frente a las oficinas de
la ONU al día siguiente. Pocos tayikos parecían estar al tanto del destino de
Abdullajanov mientras estuvo preso, por eso corren alrededor de las protestas
rumores de que fueron organizadas por autoridades furiosas por la decisión de la
corte ucraniana e, implícitamente, también con Washington, por garantizarle
asilo.
Bajo la ley tayika cualquier demostración, incluso si es una
sola persona la que participa, debe recibir un permiso oficial. Después de que
los miembros de la oposición preguntaran por qué las autoridades aceptaron
estas protestas y prohibieron, por ejemplo, una que iba a manifestarse por los
civiles muertos en Gaza el año pasado, el Ministro del Interior dijo que esa
protesta fue ilegal, y que arrestaron a “cuatro o cinco” por “desorden
público”, pero no dio nombres.
Nuriddin Karshiboev, presidente de la Asociación Nacional de
Medios Independientes (ANMI), se mostró confundido por las protestas: “ la
juventud de Tayikistán se mantiene lejos de la política”, dijo a EurasiaNet.org,
“los estudiantes con carteles que demandaban la extradición del ‘criminal
Abdullajanov’ nacieron después de que él dejara el país. Es poco probable que
los manifestantes supieran claramente contra qué estaban movilizándose”.
De dónde provinieron las protestas es poco claro. La
embajada de Estados Unidos emitió una alerta de seguridad para los ciudadanos
norteamericanos el último 9 de abril. Mientras tanto, la oficina de la ONU
abordaron al Ministro de Asuntos Exteriores tayiko, al Comité Nacional de
Seguridad y al Ministro del Interior para pedirles seguridad extra.
El activista por los derechos humanos Dilrabo Samadova,
cabeza de la asociación de jóvenes abogados llamada Amparo, que las autoridades
cerraron el año pasado, dijo a EurasiaNet.org que ella recuerda un solo evento
comparable: “Una movilización similar que involucraba estudiantes
universitarios tuvo lugar en Khujand en el 2009. Los profesores los dejaron
salir de clases para que pudieran marchar a lo largo de las calles, llevando
carteles que apoyaban comprar acciones en la planta hidroeléctrica de Rogun”,
dijo refiriéndose al proyecto del Presidente Imomali Rahmon: completar la
planta hidroeléctrica más alta del mundo.
“No hubo iniciativa joven o civil detrás de esa alegre
manifestación. Los funcionarios locales y la administración de la universidad
sólo querían impresionar a las autoridades con su patriotismo”, explicó
Samadova. Dijo también que todas las señales sugieren que las protestas del 5 y
6 de abril fueron organizadas desde arriba.
Muchos participantes en discusiones en redes sociales,
especialmente Facebook, expresaron creencias similares a las de Samadova.
Las redes sociales han sido, aparentemente, un recurso para
estar al tanto por parte de las autoridades en los últimos años. Facebook ha
sido bloqueado varias veces el año pasado, a menudo por “mantenimiento”. La
semana pasada, una vez más, la agencia de comunicaciones del estado ordenó al
servicio de Internet local bloquear YouTube.
En una seca crítica publicada en el sitio web de la agencia
de noticias Ozodagon, la periodista Marat Mamadshoev llamó a las autoridades de
Tayikistán a enfocarse en los problemas domésticos, en lugar de intentar
silenciar las críticas a ellos.
“Las autoridades deberían haber sabido que el ex premier es
refugiado en Estados Unidos. Ellos deberían haberlo sacado de la lista de
buscados”, escribió Mamadshoev el 5 de abril. “La situación interna es mucho
más peligrosa: (…) no se están creando puestos de trabajo, la gente está
decepcionada por los jefes del estado, por el sistema judicial, por todo lo que
está pasando”.
“En lugar de contar problemas y conducir reformas, ellos
están persiguiendo fantasmas del pasado”, concluyó Mamadshoev.
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