miércoles, 26 de marzo de 2014

Mujeres marchan en Afganistán

Buscan terminar con el abuso físico de los hombres, algo muy común en la región

Cientos de mujeres se manifestaron en el noreste de Afganistán para incitar al Parlamento a aprobar una ley que elimina la violencia contra la mujer.

El castigo físico a las chicas está permitido en el país de Asia Central, que lleva como estandarte de opresión a la burka, un velo que cubre absolutamente todo el cuerpo, y que todas las mujeres están obligadas a usar.



A pesar de cubrir toda su existencia física, estas ropas les permiten ver a través de una rejilla pequeña, ubicada a la altura de sus ojos.

En la marcha hubo manifestantes laceradas por hombres que, generalmente, pertenecían a su propia familia. Uno de los castigos más comunes consiste en arrancarle la nariz o la oreja, por lo que abundaron las chicas con alguna de esas lesiones.

El mayor reclamo fue el de exigir que se cambien los roles, y se castigue a los predadores en lugar de las víctimas, porque si no las que sienten vergüenza y sufren las críticas sociales son ellas, y no los atacantes.


En este país también existen otras problemáticas como la venta de niñas, el asesinato sin juicio previo, y un altísimo índice de violaciones, que suelen ser utilizadas como método de venganza contra una persona o una familia.

miércoles, 25 de diciembre de 2013

Venta de niñas en Afganistán

Los padres de chicas menores de edad venden a sus hijas como esposas, a cambio de fuertes sumas de dinero, en Afganistán.

Los compradores son generalmente jefes de lo que era el ejército afgano en la era previa a la invasión de Estados Unidos, algunos de los cuales incluso llegaron a participar en la resistencia contra la Unión Soviética, en los ‘80. Su alto caudal de ingresos se debe a las conexiones con el tráfico de armas y drogas.















Los montos ofrecidos por estos personajes rondan los diez mil dólares (unos 567 mil afganís, moneda local), y los padres presionan a sus hijas para aceptar estas propuestas. Si ellas no están de acuerdo las castigan físicamente, incluso frente a los pretendientes, hasta que acceden.

En Afganistán el 36 por ciento de la población vive en la pobreza absoluta, por lo que estas cantidades de dinero aseguran el bienestar económico de la familia entera durante algunos años, a costa de entregar a una hija como esposa de un desconocido.

El rango de edad de las niñas va desde los 7 años, e incluso algunos piden a los padres que se las “reserven” para dentro de un año o dos, cuando la jovencita sea más grande y esté más cerca de la pubertad. Los hombres suelen tener entre 40 y 60 años.

















Esto es frecuente en el interior del país, donde el Estado está prácticamente ausente, y hasta tiende a proteger a los compradores con sus fuerzas policiales, en lo que consideran una legítima propuesta de matrimonio. A pesar de esto, no toman en cuenta los abusos a los que las niñas son sometidas para aceptar este tipo de casamiento.

Es habitual que las chicas terminen recurriendo al suicidio, y esta es una de las principales razones por las cuales los acaudalados no realizan el pago de una sola vez, y sí lo hacen en varias cuotas. De esa manera evitan pagar por “una esposa muerta”, y tienen bajo su dependencia a la familia de la jovencita.

















Esta práctica es interpretada como una costumbre propia del Islam. Sin embargo, los instruidos en esta religión explican que no tiene relación con ser o no musulmán, ya que en ese credo se suele regalar un monto de dinero y/o bienes a la futura esposa. Ese regalo (llamado mahr) es para uso exclusivo de la mujer, y no para el de su familia, como sí sucede en Afganistán.

La situación generó controversia entre otros pretendientes afganos porque, a partir de estos altos ofrecimientos, la tasa mínima para el mahr alcanzó niveles que un joven promedio no puede y, probablemente, nunca pueda pagar. Es decir, que nunca se podrá casar.
















Recientemente se fijó (socialmente, mas no de forma legal) en cinco mil dólares el mínimo para hacer una propuesta de matrimonio. El salario promedio en el país es de treinta dólares al mes.

Con todo, la situación no tiene atisbos de menguar y, por el contrario, se fortalece cada día más en todo el país. Además, colabora en la construcción del poderío de los traficantes, que son amos y señores del interior de Afganistán.

Tomás Bitocchi
tomasbitocchi@hotmail.com

lunes, 25 de noviembre de 2013

Aumentó la violencia de género en Afganistán

Subió un 24,7% la agresión a las mujeres desde el semestre pasado

La Comisión Independiente de Derechos Humanos de Afganistán (AIHR, sus siglas en inglés) dijo que se registraron 4.154 casos de diversos ataques a la mujer, cifra superior a la del semestre pasado, cuando fueron 3.331 las víctimas.

Los abusos incluyen matrimonios forzados con mujeres adultas y niñas, acoso sexual, golpizas que en ocasiones derivan en muerte, violaciones y ejecuciones públicas.


Desde la AIHR explican que estas situaciones se deben a la falta de acceso a la educación, y la incapacidad o desinterés por parte del gobierno afgano por la revertir la violencia de género.


Tomás Bitocchi

tomasbitocchi@hotmail.com

domingo, 27 de octubre de 2013

Matrimonios forzados, vigentes en Asia Central

En Kirguistán secuestran mujeres para obligarlas a casarse

La práctica viene de tiempos ancestrales, según afirman los defensores de este hábito. Consiste en que, si un hombre está interesado en contraer matrimonio, acude con un grupo de personas a secuestrar a una chica, y la llevan hasta la casa del pretendiente.


Allí la esperan las mujeres de la familia, que la intentan convencer de aceptar al chico, forzándola a ponerse un pañuelo en la cabeza, el cual llevan todas las mujeres casadas.

Una vez logrado su cometido, disponen los preparativos para la boda. Luego, los hombres del clan piden disculpas a los padres de la joven atrapada ofrendándoles bienes, entre los que generalmente viene incluida una cabra o una oveja. Éstos se ven obligados a perdonarla porque, de lo contrario, les prohibirán volver a verla.


Luego del protocolo, la chica raptada es instruida y puesta a prueba por la familia del prometido en labores hogareñas, para así probar su valía.

Existen varios contextos para esta práctica: En ocasiones la joven lleva algún tiempo saliendo con el hombre, por lo que el secuestro sólo se convierte en una parte más del rito matrimonial. 

También ocurre que el chico acose a la mujer por algún tiempo y, al verse rechazado, opte por forzarla.

Otras veces la chica ya está en pareja con alguien, pero las mujeres del círculo familiar del secuestrador le obligan a descartar ese vínculo previo y aceptar a su consanguíneo. Eventualmente la cautiva acepta su nueva condición, y emprende un nuevo camino con quien ahora será su marido.


En los casos más complicados, la secuestrada pone todo tipo de resistencia, e incluso pasa días en casa de los raptores. El desenlace más fortuito es que éstos desistan y la dejen libre, aunque generalmente la situación termina ella suicidándose.

Esta práctica suele darse en las ciudades alejadas de la capital de Kirguistán y, aunque las leyes la prohíben, mantienen su estatus de “tradición”, que encuentra en los ancianos a sus principales promotores. 

Además, actualmente, secuestrar a una mujer es visto como un acto de hombría entre los jóvenes kirguises, que incluso suben videos de los raptos a las redes sociales.

Las ONG que protegen los Derechos de la Mujer trabajan para incitar a las víctimas a buscar refugio en sus organizaciones.



Tomás Bitocchi

tomasbitocchi@hotmail.com

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@bitobitov

miércoles, 23 de octubre de 2013

Afganistán decide sobre Estados Unidos

Políticos afganos se pusieron de acuerdo en puntos clave respecto a la prórroga de la estadía estadounidense en su territorio





El diseño del tratado está a cargo de la alta cúpula legislativa del país de Asia Central, y hasta el momento optaron por seguir el modelo del pacto que firmaron con la OTAN, que selló su trabajo en el país hasta diciembre del 2014.

Los puntos elaborados hasta el momento consignan la colaboración en materia de seguridad (como instruir tácticamente a las tropas afganas), mas no la presencia del ejército norteamericano como elemento de combate per sé.






Desde la OTAN y el gobierno de Estados Unidos se mostraron entusiastas con el armado del acuerdo. Basaron su optimismo en las victorias que Afganistán obtuvo últimamente contra los talibanes que, según el Secretario General de la OTAN, es producto del entrenamiento en conjunto con fuerzas extranjeras.









Sin embargo, el presidente afgano Hamid Karzai asegura que aún falta delimitar puntos de vital importancia, aunque no especificó cuáles.

Karzai dijo hace diez días que sus mayores preocupaciones eran la soberanía sobre su territorio, las bajas civiles, y la invasión de países limítrofes (el mandatario expresó a Obama su preocupación por las intenciones de Pakistán en los últimos meses).





La decisión de aprobar este pacto, una vez que esté finalizado, recaerá sobre una asamblea conformada por habitantes de Afganistán, lo que el presidente local considera conveniente, para que los propios ciudadanos decidan sobre su futuro.







Tomás Bitocchi

tomasbitocchi@hotmail.com

lunes, 21 de octubre de 2013

Pedofilia de élite en Asia Central

En Afganistán existe una práctica que consiste en vestir de mujer a chicos menores de edad, y hacerlos danzar frente a un grupo de adultos.

Se denomina Bachá Bazí, que en afgano significa “jugar con niños”, y es una costumbre previa al establecimiento del Islam en el país. Los niños son “propiedad” de traficantes, que se encargan de arreglar la concreción del rito en las casas de los habitantes más adinerados.

Los jefes de esta red de trata infantil cobran un arancel inicial por el baile y, una vez terminado, en caso de existir el interés por parte del dueño del recinto, negocian la venta del cautivo. 

En ocasiones sólo prolongan la estadía del chico unas horas más, durante las cuales éste es abusado, y luego pasan a buscarlo.

Los traficantes generalmente recogen a los menores de la calle, o arreglan su retención con la familia, que suele encontrarse en situación de pobreza extrema. Luego se les da instrucción para la danza.

Estos chicos están privados de su libertad y, ante cualquier intento por salirse de esa situación, son severamente castigados, e incluso asesinados. Además de la clase alta afgana, también los generales del ejército suelen tener bajo su poder a un infante.


En el país hay un dicho popular que afirma: “Las mujeres son para tener hijos, los niños para tener placer”.

Poseer a uno o varios jovencitos que bailen Bachá Bazí es una cuestión de rango social para muchos afganos, el cual se mide considerando la cantidad y la estética de dichos niños, según las concepciones de los pedófilos locales. La edad más frecuente de las víctimas suele rondar los trece años.


Durante el mandato del gobierno talibán, esta práctica se prohibió absolutamente en Afganistán, y era penada en forma cruenta por las fuerzas de seguridad. Al día de hoy, con el gobierno apadrinado por los Estados Unidos, este tipo de pedofilia resurgió, y los mandatarios actuales no encontraron aún cómo erradicarla.


lunes, 14 de octubre de 2013

Uzbekistán pagará los daños a Tayikistán

El gobierno de Tashkent se hará cargo del descarrilamiento de un tren tayiko en su territorio el último 10 de octubre, que dejó a cientos de heridos, de los cuales veinte aún permanecen hospitalizados.

La falla en el servicio ocurrió en el estado de los rieles uzbekos, que estaban bajo reparación (aunque algunas fuentes insisten en que sólo eran muy viejos). En los vagones, que venían desde Dushambé (capital de Tayikistán), viajaban alrededor de 200 conscriptos del ejército nacional de ese país.

Desde la oficina presidencial de Islam Karimov se prometió pagar todos los gastos que a la nación vecina le haya generado este accidente.